Mi esposo y yo hemos empezado hace un mes un curso llamado de Discernimiento, a través del cual buscamos profundizar en la oración y asimismo aprender a tomar las mejores decisiones en nuestra vida, tanto como persona individual y como famila que ahora somos al ser un matrimonio.
En un libro que estamos revisando como parte del material del curso, el autor dice que las decisiones que uno toma en la vida definen nuestra persona; que cada decisión, por más mínima o insignificante que sea, marca un camino y define un destino. Es por eso la importancia de saber discernir, tomar las decisiones más adecuadas, de acuerdo al momento, a la situación que se esté viviendo, de acuerdo a la visión que se tenga hacia el futuro, etc...
Estos últimos días he sido y soy más conciente que nunca acerca de cada decisión que tomo; y siempre trato de que sea Dios mi guíe, quien me ayude a elegir, tanto como para cambiar al personal de mi empresa, aconsejar a alguien, responder aquel correo hiriente, apoyar a mi esposo en su decisión de cambiar de trabajo, comprar un carro aun teniendo algunas deudas pero dejándonos llevar por lo que nos diga el Espíritu, vivir fuera de la ciudad porque los terrenos son más baratos en el campo y la calidad de vida más prometedora, comprar las entradas más caras o las no tan caras para ir a ver a Paul McCartney en concierto por primera vez, entre otras decisiones que de hecho marcan tu vida y que el tiempo no te permite cambiar una vez enrumbadas.
Pero ¿cómo saber tomar las mejores decisiones? ¿cómo saber que el Espírtu es quien nos guía o tal vez nuestro materialismo humano, nuestra necesidad de sobresalir, de marcar la diferencia, de querer la perfección en otros siendo uno mismo tan imperfecto?... "La voluntad de Dios es que seas feliz", simple! Toma tus decisiones basándote en el amor; si así lo hicieras, podrías estas seguro que Dios está contento con eso.
"No trabajen por la comida que se acaba sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el hijo de hombre, porque Dios, el padre, ha puesto su sello en él" nos dice Jn. 6, 27
"Dichosos los que hacen la voluntad de Dios (...)" Mt. 5, 6 "El amor hecha fuera todo temor... el que no ama, no vive", Jn 4, 18. Y si nuestras decisiones están basadas en el amor, "vamos a vivir".
Finalmente, "déjate llevar por el Espíritu".. Gal. 5, 25
Que mañana tengas un dulce despertar y que la decisiones que tomes estén basadas en el amor, porque esta es la voluntad del Señor; sóló así sentirás la paz interior que necesita tu alma.
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