martes, 12 de abril de 2011

día catorce: esperanza

Dios quiera que haya aun una esperanza, pero si no la hay, tendremos todos que entender el por qué y aceptar su voluntad.

Hoy llamé a mi amiga, la esposa de mi amigo, el que tenia el problema conyugal cerca al divorcio. Digamos que nos son amigos de toda la vida, sino desde que asistíamos a un grupo de matrimonios, un grupo de perseverancia hasta que luego con mi esposo hicimos nuestro propio grupo y ellos siguieron asistiendo... un tiempo.

La llamé a todo riesgo, podía haberme choteado, podría haberme no contestado, pero gracias a Dios fue muy amable, nos reimos un poco y quedamos en vernos mañana y tomar un café para conversar un poco sobre nuestras vidas.

La oración será indispensable hoy y mañana para ir con un corazón y actitud fuerte cuando hable con ella sobre su gran distancia con su esposo.

"Señor, úsame como mejor consideres para llegar a través de mi voz, a través de mis manos, de mis palabras, al corazón de ella y se haga tu voluntad. Tú que dijiste, nadie llega hasta mi sino a través del padre, aquí te invoco Señor, como sierva tuya y por amor a mis prójimos. No seré yo la que hable, sino que hablarás tú a través mío. Tú Señor que dijiste que el hombre tienen aspiraciones celestiales, que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, despójame de mi humanidad mundana y llename de tu espíritu para actuar según tus criterios y no los míos, Amén".

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