miércoles, 13 de abril de 2011

día quince: los milagros existen…


7:15pm Estoy en un café, cerca a mi casa y al trabajo de ella. Hemos quedado en encontrarnos aquí para conversar. Antes de irme al trabajo esta mañana, estuve un momento en el sagrario de la Iglesia cerca a mi casa pidiéndole a Dios que sea cual sea su voluntad, me permita ser yo el intermedio a través del cual ella pueda recibir el mensaje divino.
Señor olvida mis pecados, haz a un lado mi débil y frágil humanidad y obra a través mío. Señor, no soy digna de que entres a mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar a quienes te necesitan.
Veo el televisor dentro del café y me veo acompañada de un increíble coro de niños que al unísono pareciera que cantaran el “Aleluya” junto a Pavarotti, como celebrando el milagro que está a punto de ocurrir.
Y recibo más celebraciones aun; un grupo de señoras de la mesa de mi izquierda se ha puesto a cantar el Feliz Cumpleaños de una de ellas…
7:35pm Llegó (...)

Fue una larga y profunda conversación. Era necesario tener las dos partes de la historia y comprender un poco más el por qué de las distancias de ella con él, el por qué de los resentimientos, los odios, el por qué de estar a punto del divorcio...

Es verdad que los milagros existen, pero el que ellos regresen, el que ella vuelva a amarlo... no necesariamente es éste el milagro, la voluntad de Dios puede ir por otro lado, sólo lo sabrán ellos a través de un diálogo profundo o verdadero con Dios. De todas maneras agradezco inmensamente a mi Señor el que me haya permitido ver las dos caras de la moneda, el haber intervenido en esta conversación y habernos elegido a mi esposo y a mí para encaminar a nuestros amigos hacia la oración, la perseverancia, la paz interior, para luego tomar las mejores decisiones entre ellos e individualmente.

Señor, bríndame la fotaleza para perseverar en mi comunicación contigo y así poder compartir tu palabra a nuestros amigos que tanto la necesitan en estas circunstancias.

En estos momentos, oro:
Joel 2, 12 - 17...Volvamos al Señor, el Dios que todo lo perdona y busca sólo nuestra felicidad.
Miqueas 7, 1 - 9...El mundo de hoy es otro, distinto al de los tiempos de Jesús; mientras el mundo se transforma en un caos, esperemos la salvación de Dios.

1 comentario:

  1. les visito nuevamente desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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